Internacional.- Cientos de policías militares entraron este jueves a dos cárceles de máxima seguridad en Honduras, en la ofensiva contra los pandilleros lanzada el lunes para retomar el control de los penales y decomisarles arsenales de armas ingresados a partir de sobornos autoridades.
«Las Fuerzas Armadas de Honduras, a través de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) dieron inicio a la Operación ‘Fe y Esperanza’ con la finalidad de retomar el control, dirección y gobernabilidad del centro penal de El Pozo, sector de Ilama, Santa Bárbara, y la cárcel de Siria, en el Porvenir», dijo un comunicado de los mandos castrenses.
Las Fuerzas Armadas divulgaron fotos de drogas, incluyendo plantas de marihuana, y municiones, pero no de armas, decomisados en las operaciones en El Pozo, la más temida cárcel de máxima seguridad, a unos 180 km al noroeste de la capital, y en Siria, unos 60 km al norte. También, se mostraron a los reos agrupados en un patio descalzos y vestidos solo con ropa interior.
El Pozo y Siria, con capacidad de 2.000 internos cada una, fueron construidas para albergar sobre todo a cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, las más temidas pandillas criminales que siembran el terror en Honduras, Guatemala y El Salvador.
– El Salvador como espejo –
En el Salvador el presidente Nayib Bukele ha logrado controlar a los grupos criminales con una megaofensiva iniciada hace más de un año y Honduras comenzó a seguir su ejemplo esta semana.
Desde lunes anterior, las tropas hondureñas entraron al Centro Penitenciario, a la Penitenciaría Nacional de Adaptación Social (PNFAS), ubicadas en la zona de Támara y a 25 km al norte de Tegucigalpa, así como a La Tolva, en la zona de Morocelí, unos 60 km al este.
Dotados de perros detectores de armas, explosivos y drogas, los policías lograron descubrir poderosas armas de fuego como fusiles de asalto AR-15, metralletas Uzi, pistolas 9mm, cargadores y miles de proyectiles y granadas.