Internacional.- Pekín expresó su desacuerdo el martes, un día después de que Ottawa anunciara la expulsión de Zhao Wei, diplomático chino residente en Toronto, acusado de intentar intimidar a un diputado canadiense.

«China nunca interfiere en los asuntos internos de otros países. La supuesta injerencia china en los asuntos internos de Canadá es una completa tontería, una calumnia y una manipulación política basada en la ideología. Canadá declaró a los diplomáticos chinos persona non grata en cargos injustificados, violando las normas básicas de las relaciones internacionales y saboteando deliberadamente las relaciones entre China y Canadá, que son por naturaleza muy malas».

El diputado conservador canadiense Michael Chong patrocinó una moción para declarar las acciones de Pekín en la región de Xinjiang como un genocidio contra los uigures, una minoría que es mayoritariamente musulmana.

En represalia a la decisión, China decidió el martes expulsar a la cónsul canadiense en Shanghái.

«Como contramedida recíproca en reacción a la medida sin escrúpulos de Canadá, China decide declarar a Jennifer Lynn Lalonde, Cónsul General de Canadá en Shanghái, persona non grata, a quien se le pidió abandonar China antes del 13 de mayo. Esta es la medida de China para salvaguardar sus legítimos derechos e intereses, lo cual es legítimo y necesario”.

El primer ministro Justin Trudeau afirmó el martes que Canadá no se dejará intimidar por China.

La solicitud de comentarios por parte de AFP al Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá, a la embajada en Pekín y al consulado en Shanghái, no recibieron respuesta.

Las relaciones entre ambos países son tensas desde 2018, tras el arresto en Canadá de una alta ejecutiva de la firma tecnológica china Huawei y la detención de dos canadienses en China como represalia, que finalmente fueron liberados.